Salud
Tener una vida sana, más que la ausencia de enfermedad, es un estado de bienestar físico y mental que se relaciona con el contexto social y ambiental en el que se desenvuelven las personas (OMS,1948; CEPAL, 2019).
La esperanza de vida en Nuevo León es cada vez mayor; sin embargo, la prevalencia de enfermedades crónicas, la mayoría vinculadas entre sí, limita la calidad de vida de sus habitantes (SSNL, 2016).
Las principales causas de defunción en la entidad están relacionadas con enfermedades que pueden prevenirse con un estilo de vida saludable y a través de detección y diagnóstico oportuno. Cuando esto no es posible o no sucede, la población requiere acceso a servicios de salud de calidad para atender y controlar dichas enfermedades
(OPS, s. f.).
La Agenda 2040 recalca la importancia de procurar una vida sana y promover el bienestar de todas las personas. El alcance del grado máximo de salud está relacionado con los elementos mostrados a través de la movilidad social1, en específico la movilidad social en salud (CEEY, 2020).
Este capítulo analiza las vías que lleven a las y los neoleoneses a gozar de buena salud, y en caso de enfermedad la cascada de atención en servicios de salud. Esto se analiza mediante cuatro importantes apartados:
Conductas y ambientes para vivir saludablemente.
Salud Mental
Necesidades de salud, acceso a los servicios de salud y calidad de la atención.
Detección, diagnóstico y tratamiento oportunos.
Diagnóstico
En Nuevo León, la esperanza de vida al nacer, al 2024, es de 79.59 años en promedio, distribuido en 73.6 años para los hombres y de 79.33 años para las mujeres. Aunque este registro es ligeramente superior al promedio nacional, está por debajo del promedio de países de la OCDE, el cual es de 81 años, 78.3 y 83.3 años, respectivamente (CONAPO,2022; OCDE, 2019). En 2020, se vio reducida la esperanza de vida en dos años para las mujeres y tres años y medio la de los hombres en Nuevo León (CEEY-CONL, 2022, 2020)
Un indicador que revela más información contextual sobre qué tan saludable es la vida en una comunidad es la esperanza de vida a los 65 años. En la entidad, la población adulta mayor aspira a vivir 17.83 años más (CONAPO, 2020). Nuevamente, aunque este registro es 17.61, 0.23 años mayor al promedio nacional (CONAPO, 2020), sigue por debajo de los 19.7 años reportados como promedio en países de la OCDE (OCDE, 2019).
El incremento de la esperanza de vida a los 65 años es resultado de estilos de vida más saludables, mejores condiciones de vida y mayor acceso a servicios de salud de calidad (OCDE, 2019). El tener mayor acceso a servicios de salud, educación y vivienda son elementos que también están presentes en términos de movilidad social (CEEY, CONL 2022).
Conductas y ambientes para vivir una vida saludable
Encauzar la vida saludable depende de tres factores:
Un compromiso individual con la salud.
Hábitos y ambientes saludables desde los entornos comunitarios públicos y privados.
La atención de los determinantes sociales de la salud en relación con la movilidad social del estado.
La participación de las comunidades en la prevención de su salud permite anticipar posibles riesgos (SS,2018 ). El programa “Comunidades Saludables”, de la Secretaría de Salud federal, certifica que se cumpla con la creación de entornos favorables a la salud. Para 2018, en Nuevo León el 25.26 % de las comunidades estaban certificadas como saludables, una proporción muy superior al promedio nacional de 2.62 % (SS,2018).
Un ambiente sano debe fomentar el autocuidado, que la opción más accesible y asequible sea la más saludable en materia de atención a la salud, alimentos y actividad física periódica (OMS, 2020).
Mejorar el entorno social
Diversos estudios, principalmente desde la movilidad social, describen que mientras más baja es la clase social de un individuo, menos son los recursos para controlar su ambiente y, por ello, experimenta incertidumbre y opciones limitadas de acción que pueden afectar su salud (CEEY, 2019). Una vida saludable está directamente relacionada con la disminución de las desigualdades y por ende mejorar el entorno social.
El entorno social requiere considerar como elemento de partida las diferencias al interior del estado, utilizando como referencia los hallazgos del informe de movilidad social ESRU-EMOVI Nuevo León 2022, se plantean las siguientes zonas de referencias geográficas: zona metropolitana, zona periferia, y zona rural.
El informe de movilidad social reporta que el acceso a la salud, está limitado por las oportunidades a las que las y los habitantes tienen acceso. Por lo menos el 35% de las personas se ven limitadas en la atención de la salud y al autocuidado, al no tener acceso igualitario a recursos económicos (CEEY-CONL, 2022).
Tomando en cuenta los valores de referencia previos a la pandemia, en Nuevo León el 52 % de la población cuyos padres pertenecen al 20% de la población con menores logros de salud permanecen en tal estrato. Sólo el 2 % de la población con las condiciones más adversas de origen en salud ascienden al 20 % con mayores logros.2
En este sentido, las organizaciones nacionales e internacionales coinciden en que fortalecer el acceso universal a los sistemas de salud es la clave para mejorar condiciones sociales que ayuden a poder acceder a una vida saludable y disminuir las desigualdades existentes.
La búsqueda del bienestar se expande a considerar los factores que pueden favorecer o limitar el desarrollo de las personas. El estrés y la falta crónica de recursos para satisfacer necesidades básicas es un factor que predispone a presentar enfermedades mentales graves, que afectan directamente las condiciones de vida. La salud mental es una parte fundamental de una vida saludable.
Salud Mental
La estabilidad emocional y el bienestar mental, son dos elementos prioritarios que se incorporan en la agenda para el 2040. En todo el mundo, los trastornos mentales contribuyen al 7% de la carga de años perdidos a causa de discapacidad por enfermedad. Los trastornos mentales graves3 están asociados con peores resultados en salud y aumento de la mortalidad de la población.
En el contexto global, es importante considerar nuevas causas de sufrimiento o estrés que pueden afectar la salud mental. Las causas identificadas se pueden también clasificar como problemas sociales, consecuencia del antropoceno4, que se agregan a los problemas de inseguridad económica y alimentaria, discriminación o violencia.
La angustia mental que se genera por las crisis y riesgos percibidos limita la libertad de valorar y vivir la vida, lo más relevante es que puede ser un factor que desencadene problemas de salud mental como ansiedad y depresión (PNUD, 2022). Los organismos internacionales señalan que los efectos del estrés mental pueden ser más dañinos en niñas,niños y adolescentes, por lo que se les reconoce como población vulnerable.
Los problemas de salud mental generan costos económicos equivalentes a más de 4.2% del Producto Interno Bruto (PIB) debido a costos directos del tratamiento, el impacto en la salud física y la disminución de las tasas de empleo y de productividad (ITESM-CONL, 2023).
Para fortalecer y mejorar la salud mental, la Organización Mundial de la Salud propone el contar con un sistema que promueva, restaure y/o mantenga la salud mental (ITESM-CONL, 2023). A pesar de tener esta aspiración, el acceso a la atención de la salud mental se otorga únicamente alrededor del 10% de la población mundial (PNUD, 2021), y Nuevo León no es la excepción.
En el estado existen siete unidades que brindan atención integral hospitalaria. Entre ellos destacan la Unidad de Rehabilitación Psiquiátrica del Estado5 (80 camas); Unidad Médica de Alta Especialidad #22 del Instituto Mexicano del Seguro Social, (52 camas); Hospital Universitario de la Universidad Autónoma de Nuevo León(30 camas); e Integra A.B.P. (25 camas). Nuevo León cuenta con una capacidad de aproximadamente 210 camas para internamiento, el 78% de las cuales pertenecen al sector público. La mayoría se concentran en la Zona Metropolitana de Monterrey (ITESM-CONL, 2023).
Las tres enfermedades mentales prioritarias que requieren atención en Nuevo León (ITESM-CONL, 2023) son:
Ansiedad
Depresión
Esquizofrenia
Sin un diagnóstico oportuno y tratamiento, los problemas de salud mental pueden tener consecuencias graves para las personas, siendo la más evidente, el suicidio (OMS, 2018).
En el estado, las lesiones autoinfligidas son la 4a causa de muerte con 7.28 muertes por cada cien mil habitantes (CONL-ITESM, 2023).
En Nuevo León existe un incremento acumulado en suicidios, se reportan 6.26 suicidios por cada 100 000 habitantes6, una tasa mayor a la nacional (6.05), sin embargo, es menor al promedio de la OCDE con 12 (OCDE, 2021).
En relación a las cifras nacionales y el suicidio en adolescentes, el 5.3% de la población adolescente reportó haberse hecho daño con el fin de quitarse la vida (Ensanut, 2021), cifra significativamente superior a 3.9% reportada en 2018-19. De este 5.3 % el 40.5% fue durante la primera etapa de la contingencia sanitaria por la pandemia de COVID-19 (Ensanut, 2020).
En el contexto de la pandemia del COVID-19, se han amplificado los factores de riesgo asociados al suicidio, como la pérdida de empleo, los traumas o abusos, los trastornos mentales y las barreras de acceso a la atención de la salud (Organización Panamericana de Salud, 2022) De acuerdo con la OPS (2019), en México la tasa de años vividos con discapacidad a causa de padecimientos mentales es de 1716.6 por cada 100,000 habitantes.
Necesidades de salud, acceso a los servicios de salud y calidad de la atención.
El acceso a los servicios de salud está asociado con la afiliación a la protección social y la posibilidad de satisfacer una necesidad en salud. La operación de los servicios de salud en Nuevo León involucra la participación de instituciones del sector público y el sector privado.
En Nuevo León, el 62.17 % de la población está afiliada al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), el 9.52 % al Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi) 7y un 3.38 % al Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) (INEGI 2020).
De acuerdo con organizaciones nacionales e internacionales, el principal reto es la ampliación de la cobertura de la protección social a través de la incorporación de los colectivos no incluidos, combinando elementos contributivos y no contributivos. (CEPAL, 2021a, 2021b, CEEY, 2018, ENSANUT 2020, 2021).
De acuerdo con Encuesta Nacional de Salud y Nutrición Sobre COVID-19 (ENSANUT) 2021, a nivel nacional, 23.3% de la población se atendió en el IMSS, 22.2% se atendió en consultorio en domicilio particular de médico privado, 16.4% en centro de salud u hospital de la Secretaría de Salud, 19.9% en Consultorio Anexo a Farmacia (CAF), 5.5% en consultorio dentro de un hospital privado y 3.2% en otros privados (2021).
Los datos señalan que la población a nivel nacional derechohabiente o no a la protección social está optando por la atención en el sector privado y/o en CAF, en la región frontera a la que pertenece Nuevo León los CAF, son el segundo lugar de atención y se muestra su distribución en la siguiente gráfica.
A nivel nacional la tendencia de atención está centrada en el IMSS, mientras que solo en el área rural predomina la atención a través de secretaría de salud (SS). La atención en consultorios privados y CAF es del 42.1% apenas superando la atención otorgada en conjunto por instituciones públicas IMSS, ISSSTE, SS, que corresponde al 43.39% de la atención (ENSANUT, 2021).
Los resultados que presenta la ENSANUT, señalan que el acceso a la salud está siendo absorbida casi por la mitad de la población como un gasto de bolsillo. Estos datos son consistentes con la Cuenta Satélite del Sector Salud de México (CSSSM) 2021, que publica el INEGI. En 2021, el gasto que realizaron directamente los hogares para cubrir sus necesidades de salud ascendió a 672, 294 millones de pesos, esto representa 40.1 % de la oferta total de bienes y servicios relacionados con la salud8.
En la región frontera, en la cual se encuentra Nuevo León, destaca un mayor porcentaje que se atendió en el IMSS (43.2%), seguido de Consultorios Anexos a Farmacia (23.1%) y en un (7%) hospitales de la Secretaría de Salud (ENSANUT, 2021).
Del 56% de los usuarios de salud que se atendieron en el sector privado, destaca que cerca de la mitad se atendió en consultorio en domicilio particular de médico privado y un tercio en CAF. Las principales razones para atenderse en los establecimientos son: tener afiliación, la cercanía con un servicio de salud, y/o el bajo costo (ENSANUT, 2020).
La ejecución de la responsabilidad de proveer servicios de salud requiere de unidades médicas y hospitales con suficientes recursos presupuestarios, humanos y materiales (OCDE, 2019). Como menciona el CEEY, 20199, las inequidades en salud son costosas, ya que implican una carga de morbilidad y/o mortalidad evitable.
La Secretaría estatal de Salud es responsable de la población que no es derechohabiente de salud y/o protección social, aproximadamente el 35% de la población de Nuevo León. La estrategia que ha establecido es mediante el programa “Cuidar tu salud” La Nueva Ruta.
Este programa cuenta con 3 estrategias10 y 6 ejes de acción11 orientados a la población no derechohabiente de Nuevo León.
La coordinación de todas las instituciones prestadoras de servicios de salud, tanto públicas como privadas, es necesaria para el éxito de la promoción, prevención y atención. El alcance de los gastos cubiertos por la afiliación representa la protección financiera de las y los derechohabientes. Si es insuficiente, los servicios no cubiertos se transforman en gasto de bolsillo para las familias, lo cual limita el acceso a la salud.
De acuerdo con la OCDE al 2020, en México se invierten 1,22712 dólares per cápita en atención en salud, de los cuales el gobierno federal aporta aproximadamente 649 dólares, mientras que la población contribuye con 578 dólares.
A nivel federal, de 2018 al 2021, el gasto de bolsillo ha aumentado y representa el 41 % del gasto total en salud. Esto significa que la protección financiera de los servicios de este tipo no es suficiente y sus costos pueden representar una importante presión en la economía familiar.
El incremento del gasto de bolsillo también apunta a que el gasto público en salud es insuficiente. En Nuevo León, éste representa el 3.93 % del PIB; registro está por debajo de la media nacional del 5.4%, y la mitad del promedio de la OCDE (8.8 %) (SISS, 2018).
Algunos de los factores que han contribuido a esta adaptación de los usuarios en la búsqueda de mejores oportunidades de atención en la atención son dos: la larga lista de espera para recibir la atención13 y el desabasto de medicamentos (Falta fuente).
El otorgar atención universal y de calidad en Nuevo León se mantiene como prioridad hacia el 2040.
Recursos humanos e infraestructura
En el 2021, el empleo en el sector Salud a nivel nacional se ubicó en 2,478,269 puestos de trabajo ocupados remunerados, esto representó 6.1 % del total de la economía.
En el 2020, la entidad contaba con una tasa de 1.05 médicas y médicos generales y familiares por cada 1,000 habitantes para la atención de pacientes con y sin seguridad social (SINAIS, 2020). En contraste, la tasa nacional es de 2.4 y de 4.8 para los países de la
OCDE (OCDE, 2019). En el caso del personal de enfermería, la tasa estatal fue de
1.7 por cada 1 000 habitantes, mientras que México tiene una tasa de 2.9 (OCDE, 2019) y la de los países de la OCDE de 8.8 (OCDE, 2019).
Ante los indicadores nacionales y de la OCDE, existe un déficit de personal de salud en el estado, un área de oportunidad a atender es la vinculación entre la oferta de empleos y la demanda en el sector salud y el área de cuidados especializados14.
En cuanto infraestructura, Nuevo León también presenta carencias en comparación con el promedio nacional. Al comparar con el promedio de países de la OCDE, se presenta un rezago importante. Falta fuente o más datos para sostener esta afirmación
Nuevo León ha reportado 0.73 camas en instituciones públicas de salud por cada 1,000 habitantes (SINAIS, 2020), se presenta la misma a nivel nacional y del 4.4 para el promedio de países de la OCDE (2019).
La tecnología permite hacer diagnósticos certeros para el tratamiento de los y las pacientes.
Los equipos de tomografía computarizados (TAC) y las unidades de resonancia magnética
(MRI) son dos de los equipos considerados como esenciales (OCDE, 2019). En la entidad, las unidades de estos equipos en instituciones públicas de salud han aumentado en el periodo de 2007 a 2018, durante el cual se han adquirido 133 TAC y 49 MRI (SISS, 2018).
En México se cuentan con 7 equipos de tomografía computarizada por cada 1,000,000 de habitantes, y 2.6 MRI por cada 1000000 de habitantes (OCDE,2019).
CALIDAD DE LOS SERVICIOS DE SALUD
Los servicios de salud de calidad deben ser seguros, apropiados, clínicamente efectivos y receptivos a las necesidades de las personas que recurren a ellos (OCDE, 2019).
La calidad de los servicios médicos está anclada a la percepción de satisfacción de las y los pacientes, lo que incluye recibir respeto, compasión, apoyo, escucha y que se les involucre en la toma de decisiones (OCDE, 2019).
A nivel nacional en el 2021 el 54.5 %15 La población está satisfecha con los servicios de salud estatal, 7.3 puntos porcentuales de diferencia con respecto al 2019.
En la edición 2019, la satisfacción con los servicios de salud en el estado se concentró de la siguiente forma:
Satisfacción con el servicio IMSS 46.9%,
Satisfacción con ISSSTE 58.6%,
Satisfacción con seguro estatal: 71.2%
Además, el 82.3 % de quienes usan el servicio de salud estatal o del entonces Seguro Popular declaró haber tenido atención inmediata (ENCIG, 2019).
En Nuevo León, el 89.7 % de la población de 18 años y más que requirió esos mismos servicios experimentó un trato respetuoso. Esta proporción es ligeramente menor en personas usuarias del ISSSTE y del IMSS, donde los registros fueron del 74 % y 71 %, respectivamente (ENCIG, 2019).
Resulta interesante que la entidad supera en este indicador al 89.1 % que registra el promedio de los países de la OCDE (2019). Asimismo, el 89.5 % de esa misma población adulta neoleonesa manifestó recibir información oportuna y comprensible sobre
su estado de salud. Una vez más, esto se compara favorablemente con los registros del 74.5 % y 70.7 % de usuarias y usuarios del ISSSTE e IMSS.
Otra medida de calidad tiene que ver con la suficiencia de los medicamentos. El 63.6 % de las personas atendidas en centros de salud y hospitales del Gobierno de Nuevo León o
Seguro Popular reportan tener disposición de medicamentos, en comparación con el 52.2 % registrado en el IMSS y el 47.8 % del ISSSTE, todos por encima del 35.9 % de la media nacional (ENCIG, 2019).
El traslado de casa a la unidad de salud en la región fronteriza a la que pertenece Nuevo León fue en promedio 27.1 minutos, el menor tiempo registrado entre las regiones. El tiempo de espera en la unidad antes de ser atendido en consulta fue en promedio de 43.2 minutos y el tiempo de consulta fue de 24.3 minutos (ENSANUT, 2021).
Analizando la situación de Nuevo León desde la región frontera con los datos disponibles, presenta mayor calidad de los servicios de salud en comparación con la media nacional que se traduce en mayor movilidad en salud, sin embargo, al compararlo con estándares internacionales, existen áreas de oportunidad a atender.
Detección, diagnóstico y tratamiento oportunos
Salud materna y mortalidad infantil
El enfoque ante los problemas de salud de la mujer y personas con capacidad de gestar en el embarazo, se recomienda sea con perspectiva en Derechos Humanos, haciendo énfasis en los Derechos Sexuales y Reproductivos y la brecha de género existente en el acceso a la atención médica.
Para fortalecer el desarrollo de un entorno saludable, promover la prevención y el autocuidado se marca como inicio en la línea de vida el embarazo. De esta manera la atención de la salud materna y primera infancia son muy relevantes.
Los principales problemas de salud de la mujer y personas gestantes durante esta etapa de vida son en gran medida prevenibles y frecuentemente reflejan inequidades en el acceso a los servicios de salud y educación sexual integral.
En esta sección nos enfocaremos en la atención prenatal y la disminución del embarazo adolescente como parte de las actividades de prevención y reducción de la mortalidad materna.
En Nuevo León, el 79 % de las mujeres en 2016 recibieron atención en el primer trimestre
del embarazo, porcentaje mayor a la media nacional de 74.17 % (SISNL, 2018). La razón de mortalidad materna en el estado es de 42.84 defunciones por cada 100,000 nacimientos vivos. Este registro está por debajo de la tasa nacional de 53.89, pero es 5.25 veces mayor que el promedio de la OCDE, de solamente ocho (SISS,2018; OCDE, 2019).
El principal indicador a monitorear es la mortalidad materna, ya que al analizar las causas y condiciones en las que se presenta podemos obtener datos importantes de la situación en la que se está llevando a cabo la atención16. En el 2021 la principal causa de mortalidad materna en el 2021, en México fue la COVID-19, los primeros casos de muerte materna por COVID-19 en México se registraron en el 2020 y rápidamente desplazó otras causas de mortalidad manteniéndose así hasta el 2023.
La vacunación contra COVID-1917 y otras enfermedades prevenibles en el embarazo forma parte del control prenatal, del cual en las áreas rurales o con marginación se tiene un bajo índice de asistencia, esto dificulta prevenir complicaciones en el embarazo y el parto (OMS, 2019).
Por otro lado, en referencia el embarazo adolescente es también un problema a atender ya que la mortalidad es mayor cuando se presenta en el grupo de 10 a 14 años, además tiene consecuencias para la salud de las hijas e hijos, como bajo peso al nacer y nacimientos prematuros.
Prevención del embarazo adolescente
En Nuevo León en el año 2021, se registraron 10066 nacimientos de mujeres y personas con capacidad de gestar de edad entre 15-19 el equivalente al 13.40% de los nacimientos de la entidad (DGIS, 2021).
El objetivo último de la salud sexual se encuentra el lograr el bienestar físico, emocional, mental y social en relación con la sexualidad, en concordancia con la salud sexual se presentan los derechos sexuales18 y reproductivos19 (OMS, 2018). Desde esta perspectiva, la prevención del embarazo adolescente está enmarcado en reforzar las intervenciones de la salud sexual y los derechos reproductivos de las y los adolescentes.
La falta de educación sexual integral, sumado a un inicio temprano de vida sexual activa, condiciona el ejercicio seguro de la actividad sexual, así mismo limita la posibilidad de acceder a de métodos anticonceptivos incrementando el riesgo de un embarazo no planeado, la propagación de enfermedades de transmisión sexual (ETS) y afectan negativamente la permanencia escolar, los ingresos presentes y futuros y, en consecuencia, el acceso a oportunidades de desarrollo (GEPEA, 2021).
Esto destaca la importancia del derecho a una educación sexual y reproductiva integral y de calidad (UNESCO, 2018). En el Informe de Actividades (2021) del Grupo para la Prevención de embarazo en adolescentes (GEPEA) menciona que:
Es importante tener claridad de lo constituye el de los derechos sexuales y reproductivos de niñas, niños y adolescentes, ya que de lo contrario se pueden generar intervenciones enfocadas en restringir el ejercicio de esos derechos, (...) esto no disminuye la práctica sexual de esa población sino que la lleva a actuar de manera más oculta y en consecuencia incrementa los riesgos de embarazos en edad temprana lo mismo que otros riesgos, entre ellos la vulnerabilidad frente a enfermedades de transmisión sexual.
A nivel nacional 86.4% de la población entre 10 y 19 años reportó haber escuchado hablar
de algún método anticonceptivo, pero sólo 36.3% identifica que el condón masculino es útil para evitar un embarazo o una infección de transmisión sexual. En Nuevo León, más del 90 % de las y los adolescentes han escuchado de algún método anticonceptivo y el 80 % de las personas jóvenes sexualmente activas lo usan (Ensanut, 2018).
El 19.5% de los adolescentes de 12 a 19 años han iniciado vida sexual. El 19.3% reportó no haber usado algún método anticonceptivo en su primera relación sexual; cifra similar para la última relación sexual. El 36% de las mujeres adolescentes de 12 a 19 años, reportó haber estado alguna vez embarazada (Ensanut, 2021).
No todos los embarazos en menores de edad ocurren por error, violencia o falta de acceso a la anticoncepción. En el estudio observacional descriptivo sobre determinantes sociales de la salud en adolescentes embarazadas del Hospital Regional Materno Infantil de Nuevo León (Jiménez, 2019) se encontró que el 51 % de las 300 adolescentes embarazadas buscaban un embarazo, y que el 39 % fue planeado (incluido pensar en fechas, gastos y trabajo que implica tener un bebé), de este grupo de entrevistadas la autora menciona la mitad de ellas ya había abandonado la escuela antes de embarazarse y más de la mitad de las participantes en el estudio desean regresar a la escuela, por lo que ante las situaciones presentadas, existen áreas de oportunidad a reforzar.
Mortalidad Infantil
La tasa de mortalidad infantil al 2020 es de 9.11 por cada 100,000 nacidos vivos, una cifra menor a la nacional de 12.30 por cada 100.000 nacidos. Las principales causas en las niñas y niños menores de cinco años son la asfixia y trauma al nacimiento, las malformaciones congénitas, la desnutrición, el bajo peso al nacimiento, la prematurez y las infecciones respiratorias agudas (SSNL, 2016, p.44).
En Nuevo León hubo 10.93 defunciones por cada 1,000 nacimientos vivos en 2018. Éste es un registro inferior a la media nacional de 12.92 y representa una mejora en comparación con la cifra de 12.47 reportada en 2008 (SISNL, 2018). Al revisar la mortalidad en infantes menores de un año, en el estado hay más defunciones de hombres (10) que de mujeres (8.4) por cada 1,000 nacimientos (CONAPO, 2019), lo cual se ubica por debajo de la tasa nacional, pero es más del doble que registra el promedio de países de la OCDE (3.5) (OCDE, 2019).
Enfocados en atender las causas de mortalidad infantil, las primeras causas se atienden indirectamente con la prevención durante el embarazo, por ello es importante reforzar las estrategias de atención prenatal. De las herramientas que son útiles para poder prevenir y diagnosticar enfermedades congénitas es el Tamiz Neonatal, y la vacunación inicial. (Suena lógico pero ojalá se puede reforzar con una cita)
El tamiz neonatal permite detectar en recién nacidos y nacidas enfermedades antes de que se manifiesten una de las enfermedades más importantes a detectar es el Hipotiroidismo Congénito, para esta enfermedad, la proporción de niños y niñas tamizados en Nuevo León al 2018 es de 53.94 % en 2018 se mantiene debajo de la media nacional de 83.36 % (SS,2020)
En cuanto a la vacunación inicial, de acuerdo con el programa Vacunación Universal, en los niños y niñas de 12 a 35 meses se encontraron esquemas de vacunación completos entre 56.7 y 86.6%, para las distintas vacunas.20
Sobrepeso, obesidad, hipertensión, alcoholismo y tabaquismo
El bajo impacto de la promoción de salud y la ausencia de autocuidado se combinan con
la falta de actividad física y los hábitos no saludables, al igual que con mala alimentación y nutrición. Esto ha provocado un incremento en la obesidad y el sobrepeso, dos problemas metabólicos de salud prioritarios (OMS, 2003; 2009; 2019).
El sobrepeso y la obesidad tienen consecuencias negativas en la reducción de la calidad
y esperanza de vida. Además, junto con factores hereditarios, son las principales causas de padecimientos crónicos no transmisibles, como diabetes, enfermedades cardiovasculares, hipertensión y algunos tipos de cáncer (OCDE, 2019).
En Nuevo León, el 75.1 % de las personas adultas tienen sobrepeso u obesidad, una proporción mayor que la nacional (72.5 %) y que el promedio de los países de la OCDE (58.2 %). El porcentaje de la población de 20 años y más con sobrepeso u obesidad aumentó 10.7 puntos porcentuales desde 2012, particularmente
se presentó un incremento en la obesidad, que pasó del 33.6 % en 2012 al 41.5 %
en 2018 (Ensanut, 2018).
Asimismo, en la entidad, el 50 % de los niños y niñas entre cinco y 11 años tienen sobrepeso u obesidad, en contraste con el 36.8 % a nivel nacional. El porcentaje de la población de 20 años y más con sobrepeso u obesidad aumentó 10.7 puntos porcentuales entre 2012 y 2018, principalmente atribuibles a un incremento en la obesidad, que pasó del 33.6 % en 2012 al 41.5 % en 2018 (Ensanut, 2018).
Las niñas y niños de este rango de edad con obesidad tienen un riesgo mayor de desarrollar hipertensión y desórdenes metabólicos (OCDE, 2019). Además, pueden presentar desórdenes alimenticios y problemas de salud mental relacionados con dismorfia corporal (UNICEF, 2014).
Otros factores de riesgo para la salud relacionados con el estilo de vida son el alcoholismo y el tabaquismo. En Nuevo León, el 22 % de la población de 20 años o más consume alcohol regularmente, un registro superior a la media nacional del 16 %. Aunque esta proporción aumentó tres puntos porcentuales entre 2012 y 2018, el estado pasó de ser el segundo mayor consumidor al décimo en ese periodo (Ensanut, 2018).
La población estatal de adolescentes que consume alcohol de manera regular (5.5 %) también es superior a la media nacional (3.3 %) y se ha duplicado entre 2012 y 2018 (Ensanut, 2018).
El abuso en el consumo de alcohol y su dependencia pueden provocar algunas enfermedades no transmisibles, como la cirrosis hepática, algunos tipos de cáncer, padecimientos cardiovasculares e incluso trastornos mentales y de comportamiento (OMS, 2018).
Aunque la proporción de personas adultas que consumen tabaco regularmente es similar a la de alcohol (20 %), ésta tiene una tendencia opuesta, pues disminuyó cuatro puntos porcentuales entre 2012 y 2018 (gráfica 4). Sin embargo, sigue siendo mayor que el 15% que registra la media nacional y el 7.6 % del promedio de países de la OCDE (Ensanut, 2018).
En el caso de adolescentes que fuman tabaco con regularidad, el porcentaje se ha mantenido estable entre 2012 y 2018 en alrededor de 7.4 %, en contraste con la
media nacional que pasó del 9.2 % al 5.2 % en el mismo periodo (Ensanut, 2018).
El tabaquismo es un factor de riesgo de sufrir enfermedades respiratorias, cardiovasculares y cerebrovasculares, además de neoplasias, por mencionar algunos padecimientos (OPS-OMS, 2016; Fernández y Figueroa, 2018). A largo plazo, la desatención de estos problemas genera una mayor demanda de los servicios de salud, lo que dificulta la capacidad de dar atención a toda la población y eleva los costos del sistema de salud pública.
Un diagnóstico oportuno es aquel que sucede sin retrasos que arriesguen la salud de las
personas (OPS, 2007). Es importante que los esfuerzos de detección, diagnóstico y tratamiento oportuno estén enfocados en aquellas condiciones que son causa principal de mortalidad y que son prevenibles tanto para población embarazada, recién nacida y adulta.
Adicionalmente, la OCDE estima que una de cada dos personas padece un problema de salud mental en su vida, y que la ausencia de tratamiento y apoyo efectivo puede llevar al deterioro en su vida familiar, educativa, laboral y social (OCDE, 2015).
Causas de Mortalidad en Nuevo León
Las principales causas de defunción como se mencionó previamente, la falta de un entorno
saludable y de autocuidado incrementan la probabilidad de ocurrencia de enfermedades
crónicas en la entidad.
Específicamente, en Nuevo León las cinco principales causas de defunción son:
enfermedades cardiovasculares (22.9 %),
diabetes mellitus y sus complicaciones (11.6 %),
tumores malignos (14.6 %),
enfermedades cerebrovasculares (5.9 %) y
padecimientos del hígado (4 %)
El porcentaje de defunciones por enfermedades cardiovasculares en Nuevo León es mayor que el reportado a nivel nacional (139.22) , la tasa de mortalidad ha ido en aumento de 69.6 defunciones por cada 100 000 habitantes en el año 2000 a 143.58 en 2020 (SISS, 2030).
Las muertes por enfermedad vascular, incluyendo el infarto agudo al miocardio y los accidentes cerebrovasculares, están correlacionados con la prevalencia de diabetes mellitus como su causa principal (American Heart Association, 2020).
México es líder en la prevalencia de diabetes mellitus entre los países de la OCDE (2019) y en Nuevo León el 11 % de la población presenta esta condición (Ensanut, 2018). La tasa de mortalidad nacional es de 124 la nacional, y aunque el estado se encuentra por debajo de la tasa nacional, ha mostrado un incremento del de 60.26 en el 2019 a 81.39 defunciones por cada 100,000 habitantes en el 2020.
Las actividades para evitar padecimientos crónico degenerativos como la diabetes mellitus, hipertensión, y enfermedades cardiacas deben estar enfocadas en la activación física, tamizajes oportunos, mejoras en la calidad y cantidad de los alimentos. Falta Cita
Dentro de los padecimientos malignos relacionados con el cáncer, se considera reto tanto por los altos niveles de mortalidad como por la alta carga financiera que genera (OCDE, 2019). Los dos tipos de cáncer más prevalentes en las mujeres son el cervicouterino y el de mama.
Se debe reforzar la educación y prevención de la salud sexual para favorecer la detección temprana del cáncer cervicouterino, cuya causa está relacionada con la exposición al virus del papiloma humano o VPH, considerado como la infección de transmisión sexual más común en este tipo de cáncer teniendo una prevalencia a nivel nacional mujeres con citología normal entre el 9.1% al 40.9%. A pesar de ser el único cáncer prevenible al 100 %, el cervicouterino es la primera causa de muerte por tumores malignos en las neoleonesas de 25 a 64 años de edad.
El estudio del cáncer cervicouterino, debe de ser desde la perspectiva de derechos humanos y con perspectiva de género. Falta cita
A 2019, Nuevo León es uno de los 10 estados con mayor tasa de mortalidad por cáncer de
mama. Ésta ha aumentado de 22 defunciones por cada 100,000 habitantes en 2000, a
24.2 en 2019, por encima de la tasa nacional de 19. Existe una vinculación directa entre los factores de riesgo modificables del cáncer de mama con la obesidad. De acuerdo con la OCDE, las mujeres con diagnóstico temprano de cáncer de mama tienen 90 % más probabilidades de sobrevivir en los cinco años subsecuentes al tratamiento.
Adicionalmente a las cinco principales causas de defunción, las personas adultas mayores
requieren de cuidados especiales para prevenir la ceguera por cataratas y los daños de cadera y rodilla, ambos padecimientos frecuentes que afectan su autonomía.
Problemas públicos
A partir del diagnóstico presentado, los dos principales retos de Nuevo León en materia de
salud son:
Históricamente, desde su diseño original, el sistema de salud ha sido enfocado en atender las enfermedades y sus consecuencias. Tanto la prevención como la promoción de la salud han sucedido de forma insuficiente, pues el sistema no se encuentra idealmente diseñado para esto.
Derivado de la fragmentación del sistema, las acciones de las instituciones prestadoras de servicios de salud, tanto públicas como privadas, continúan desarticuladas y dispersas. Lo anterior limita el máximo aprovechamiento de los recursos disponibles, acotando la libertad de elección de parte de los pacientes y mermando el desempeño general del sistema.
Problemas como la dificultad en el acceso a los servicios, la pérdida de la continuidad de la atención y una limitada congruencia de los servicios con las necesidades de la población son cotidianos en el estado de Nuevo León.
La atención a la salud que brindan las diferentes instituciones ha estado caracterizada por una calidad que aún no alcanza estándares internacionales, una oportunidad y suficiencia de los servicios que continúa provocando la necesidad de un alto gasto de bolsillo en la población. En consecuencia, las personas se ven forzadas a adquirir los bienes y servicios de forma privada o inclusive representan un gasto catastrófico para la población más vulnerable.
Por otro lado, los entornos que no promuevan hábitos saludables tienen un impacto en la calidad de vida de la población y en consecuencia en su esperanza de vida. La coordinación intersectorial e interinstitucional insuficiente evidencia la puesta en marcha de acciones verticales y desintegradas con implicaciones sanitarias de largo plazo, que obstaculizan e incluso se contraponen a mejorar la salud de la población y lograr la equidad sanitaria.