Revisión de borradores de los capítulos del Plan Estratégico del Consejo Nuevo León.
En general, el documento sintetiza un diagnóstico en ejes prioritarios que es útil para entender la situación actual en Nuevo León. Sin embargo, considerando que es un Plan Estratégico, nos hubiera gustado que fuera mayor la atención a las estrategias por encima del diagnóstico. Sentimos que el documento carece de profundidad en las rutas de acción enfocadas a cada eje que se pretende atender.
En particular será de mucha utilidad poder revisar más adelante las acciones, metas, indicadores de medición (resultados), línea base que ayudarán a completar el documento y darle un sentido práctico y orientador de la acción pública.
Sería preciso también reconocer el rol de otros actores en la materialización de este plan: diputados locales, alcaldes, regidores, sociedad civil y empresas deben tener un papel activo y de co-responsabilidad con la implementación de estrategias, ya que el estado sólo estaría rebasado por la magnitud de los cambios requeridos.
También el Plan parece hacer caso omiso por completo de la pandemia mundial de COVID19 y las profundas afectaciones que se resentirán en muchos aspectos de nuestra vida. Por ejemplo, los posibles impactos en la escolarización de niños y niñas, su rendimiento escolar, y los impactos en la participación en el mercado laboral de las mujeres, podrían ser duraderos, y provocar importantes retrocesos, que no se alcanzan a medir o visualizar en este documento. Inclusive, los impactos en la movilidad urbana podrían ser relevantes, o amerita revisarse si esta circunstancia y los impactos de mediano plazo no representan una oportunidad que se deba aprovechar.
En temas más puntuales, nos pareció que el tema de participación ciudadana no se inscribe en el capítulo correcto del Plan. La participación ciudadana y el empoderamiento ciudadano son fines en sí mismo, no simples medios, si queremos lograr una democracia funcional y consolidada. Sin embargo, pareciera que se plantea como un medio al ser incluido en el capítulo sobre Gobierno eficaz y transparente. La sugerencia sería estudiar la posibilidad de que se incluya en el capítulo de Desarrollo Social, dándole un matiz diferente, y viendo al desarrollo de una ciudadanía participativa y activa como una condición sine qua non de alcanzar mayores niveles de desarrollo social en Nuevo León. Inclusive, no se menciona nada en el capítulo sobre Educación y Cultura al respecto de la cultura cívica y de participación, cuando muchos expertos acuerdan que la práctica de la ciudadanía y sus valores debe iniciar en las instituciones educativas.
En relación con el tema de la violencia que impera en México, y a la cual no está ajeno el estado, nos llamó la atención que el tema de violencia se atienda en el capítulo de Desarrollo Social, mientras el capítulo de seguridad y justicia pareciera ignorar la causa raíz de los problemas de inseguridad del estado. Pareciera haber un divorcio de enfoques, entre prevención de la violencia y prevención del delito. Sería muy relevante considerar la posibilidad de atender el tema desde un enfoque más integral: ¿cómo restablecer un ambiente de Paz en Nuevo León, desde la perspectiva más integral que plantea este concepto? (en este sentido recomendamos considerar el análisis del Índice de Paz y del Índice de Estado de Derecho del WJP).
En general, preocupa un poco que el documento en consulta en muchos capítulos aún no alcanza más que ser un diagnóstico, sin llegar aún a concretizar acciones muy específicas que permitan alcanzar las metas aquí expresadas. Será necesario que se avance hacia un estado más preciso de un documento que pueda realmente adquirir el carácter de guía de la siguiente administración, y plantee metas / indicadores de corto, mediano y largo plazo al Gobierno estatal.