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Diagnóstico Desarrollo Económico
Nuevo León necesita un crecimiento económico sostenible para promover el pleno empleo y salarios competitivos. Esto se puede lograr, entre otras cosas, impulsando la innovación para contribuir a la mejora de la calidad de vida de las personas y la reducción de las desigualdades (Agenda 2030).
Aunque el desarrollo económico es multifactorial1, este capítulo se centra en cómo un entorno favorable de negocios propicia la generación de empleos de calidad, el fortalecimiento de las empresas y, en consecuencia, al desarrollo integral de la comunidad.
Uno de los mayores retos del desarrollo económico en el estado es que las oportunidades económicas y el bienestar social se concentran en el Área Metropolitana de Monterrey (AMM). En contraste, las regiones2 sur, norte, oriente y citrícola experimentan importantes rezagos en términos educativos, económicos y ambientales.
Este capítulo analiza los retos de Nuevo León para lograr un progreso económico inclusivo y sostenido desde una visión de desarrollo regional a partir de tres ejes:
Capital humano y empleo
Micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes)
Ciencia, tecnología e innovación
Diagnóstico
Nuevo León es la tercera entidad federativa en aportación3 al PIB nacional (7.78 %) (INEGI, 2020), en PIB per cápita4 ($225,862) (INEGI, 2020) y en su propensión a la generación de riqueza y empleo, de acuerdo con el subíndice de economías estables del Índice de Competitividad Estatal (IMCO, 2022).
Sin embargo, el AMM concentra cerca del 85 % de las unidades económicas de todo el estado, las cuales emplean al 89.9 % de todo el personal ocupado y producen la mayoría del valor agregado censal bruto generado en Nuevo León (Censos económicos, 2019) (Figura 1).
La firma del Tratado México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) representó una oportunidad de desarrollo. Datos de la Secretaría de Economía de Nuevo León revelan que al primer tetramestre de 2022, las exportaciones crecieron 23% respecto al mismo periodo del año pasado, principalmente en equipo de transporte y generación de energía. Adicionalmente, Nuevo León se convirtió en el primer lugar nacional en captación de Inversión Extranjera Directa (IED) al concentrar 20.1% en el segundo trimestre de 2022, monto que asciende a 1,448.4 MDD.
Las fricciones geopolíticas entre Estados Unidos de América y China y las disrupciones en las cadenas de suministro provocadas por la pandemia COVID-19 impulsaron que las empresas transnacionales implementen estrategias de nearshoring, que consisten en trasladar las actividades productivas a los países cercanos a sus centros de producción, donde es bajo el costo de producir y no a lugares lejanos y con costos muy bajos (The Economist, 2005).
El nearshoring prioriza la ubicación sobre otros elementos relacionados con el comercio. En esencia, este enfoque se traduce en ayudar a las empresas a resolver el dilema costo-riesgo, al seleccionar ubicaciones que no necesariamente brindan los mayores ahorros en costos, pero que están relacionadas con menores riesgos (Slepniov, Brazinskas y Vejrum, 2013).
Figura 1. Participación porcentual de variables económicas del área metropolitana de Monterrey, respecto al total de Nuevo León, 2009, 2014 y 2019
Por otra parte, en los últimos 10 años la región centro periférica ha cobrado mayor relevancia en la economía estatal (Figura 2). La presencia manufacturera en esta región condujo a que la contribución al valor agregado generado total pasó de 3.6 % en 2009 a 10.1 % en 2019.
Figura 2. Participación porcentual de variables económicas de las regiones sur, centro periférica, oriente, norte y citrícola, respecto al total de Nuevo León, 2009, 2014 y 2019
Nuevo León tiene una vocación industrial y manufacturera. En conjunto, los sectores que integran esta última industria aportan 23.6 % al PIB estatal (Figura 3).
Mientras que la mayoría de los sectores de la actividad económica reflejan cierta estabilidad en el tiempo (Figura 3), los servicios financieros aumentaron su participación de 2.09 % en 2004 a 6.72 % en 2020 y los de información en medios masivos 1.66 % a 3.61 % (INEGI, 2020).
Figura 3. Distribución porcentual del producto interno bruto de Nuevo León, según sector de actividad económica, 2003-2018
Una economía concentrada es más vulnerable a crisis externas y está expuesta a mayores riesgos a largo plazo (OMC, 2019). A 2019 el AMM, junto a las regiones citrícola y sur5 son las que tienen una actividad económica más diversificada. En contraste, las regiones norte y centro periférica cuentan con actividades altamente concentradas (Censos Económicos, 2019).
De 2018 a 2020 estas condiciones han limitado el potencial de crecimiento de algunas regiones y explican el incremento en los niveles de desigualdad en la distribución del ingreso en el estado. Del 2018 al 2020 Nuevo León pasó de ocupar la posición número 9 entre las entidades federativas del país con mayor desigualdad de ingresos a la posición 6, medida por el coeficiente de Gini (Coneval, 2020).
Capital Humano y Empleo
Impulsar la formación y disponibilidad de talento apoya la innovación y el desarrollo (OCDE, 2007), mientras que un empleo de calidad amplía las oportunidades de las personas para acceder a condiciones de bienestar (Agenda 2030).
En Nuevo León, la población económicamente activa (PEA), es decir, aquellas personas que trabajan o buscan empleo, representa el 61.11 % de la población entre 15 años y más. De este porcentaje, la PEA para hombres es de 76.34 %, y solo de 46.19 % para las mujeres (ENOE 4T, 2021).
Entre 2005 y 2020, el empleo ha aumentado en todas las regiones del estado, excepto en la región oriente. La que mayor incremento ha tenido es la centro periférica, pues creció 157.6 % en este periodo, mientras que el AMM y las regiones sur, citrícola y norte han crecido 69 %, 78.5 %, 59.2 % y 10.2 %, respectivamente (IMSS, 2020).
Aunque el 89.9 % del empleo sigue concentrándose en el AMM, hay una tendencia de crecimiento de oportunidades en la región periférica, impulsada por las industrias manufactureras.
La calidad de los empleos debe considerar factores como la continuidad en el trabajo, el acceso a prestaciones y la facilidad de traslado, por mencionar algunos (Rea, Stachura, Wallace y Pankratz, 2017). Una forma de medir la calidad de los empleos es con base en precariedad laboral, que se define en tres dimensiones:
Inestabilidad laboral, asociada a trabajos sin continuidad o temporales.
Inseguridad laboral, vinculada al acceso a la atención médica y a pensiones.
Incertidumbre económica, referida al nivel de remuneración de las personas trabajadoras (Gaxiola, 2013).
La inestabilidad laboral se estima con dos indicadores: la tasa de condiciones críticas de ocupación (TCCO) y la tasa de subocupación. La TCCO mide el grado de pauperización del empleo, que en Nuevo León es de 14.18 %, 9.79 puntos porcentuales por debajo de la media nacional (Figura 4). Sin embargo, esta tasa ha aumentado desde 2015, y casi duplicó su valor respecto a 2019, lo que indica una tendencia hacia el deterioro en la calidad de los empleos (ENOE 4T, 2021)6.
En cuanto a la subocupación, en Nuevo León, 6.87 % de la PEA tiene un empleo que no cumple con sus expectativas, mientras que la media nacional es de 10.61 % (ENOE 4T, 2021) (Figura 4)7. Lo anterior señala una brecha mayor contra la media nacional a la que se tenía en 2019.
Figura 4. Tasa de condiciones críticas de ocupación, tasa de desocupación y tasa de subocupación de Nuevo León y a nivel nacional, 2015-2021
La inseguridad laboral se mide con la tasa de informalidad e indicadores de prestaciones laborales. En Nuevo León, el 35.70 % de las personas trabajan en situación de informalidad (ENOE 4T, 2021). Si bien esta proporción es menor que la nacional (51.53 %), al analizarla por género, en el estado se identifican diferencias significativas en la proporción de mujeres en la informalidad (39.84 %) en comparación con la de hombres (33.08 %) (ENOE, 2021 4T) (Figura 5).
Figura 5. Tasa de informalidad laboral en Nuevo León, por género, 2015-2020
Además, 15.77 % de las personas con trabajos remunerados en Nuevo León no tienen acceso a prestaciones laborales, como aguinaldo, vacaciones con goce de sueldo o reparto de utilidades (ENOE 4T, 2021). Aunque este porcentaje es considerablemente menor a la media nacional (33.79 %), constituye una importante área de oportunidad.
Como respuesta a los cambios que trajo la pandemia en el entorno empresarial surgieron nuevas modalidades y prestaciones de trabajo. Por ejemplo, el trabajo realizado desde el hogar, modalidades híbridas de trabajo y la ejecución de actividades laborales en centros de teletrabajo o telecentros.
Lo anterior implicó nueva legislación en materia laboral, como es la Ley sobre Teletrabajo publicada en el DOF el 11 de enero de 2021. Sin embargo, existen otros retos en esta materia como la gran diferencia en la capacidad de las empresas de implementar medidas de teletrabajo y, por lo tanto, trasladar un beneficio a sus empleados y seguir desarrollando mano de obra calificada. El 94 % de las grandes empresas reportó que cuenta con esta capacidad, en contraste con el 60.7 % de pymes y solo el 29 % de las microempresas (CEPAL y OIT, 2020).
Un crecimiento económico inclusivo conduce a mejores ingresos en el tiempo, incrementando el bienestar de más personas (OCDE, 2013). Sin embargo, en Nuevo León la población ocupada con ingresos más altos ha disminuido, lo que indica una posible precarización del empleo. Las personas que reciben más de cinco salarios mínimos pasaron de 18.1 % en 2005 a 8.6 % en 2019, y a 5.9 % en 2021. En contraste, los grupos de ingresos medios bajos8 aumentaron en el mismo periodo (ENOE 4T, 2021) (Figura 6).
Figura 6. Distribución porcentual de la población ocupada en Nuevo León, según su nivel de ingresos, 2005-2020
Un 7.3 % de la población tiene ingreso menor la línea de pobreza extrema por ingresos y un 35.6 % tiene ingreso menor a la línea de pobreza por ingreso (Coneval, 2020)9. Adicionalmente, la precariedad salarial afecta más a las mujeres, pues cerca del 57.37 % reciben entre dos salarios mínimos o menos, comparado con el 40.82 % de los hombres (ENOE 4T, 2021) (Figura 7).
Figura 7. Distribución porcentual de la población ocupada en Nuevo León, según su nivel de ingresos y género, 2021
Otro indicador de capital humano es la capacitación. Entre 2005 y 2019, la fuerza de trabajo con educación media superior y superior pasó de representar el 23.9 % al 33.9 % del total, mientras que la proporción de la población con primaria incompleta se redujo a casi la mitad (ENOE 4T, 2020) (Figura 8).
Figura 8. Distribución porcentual de la población ocupada en Nuevo León, según su nivel de instrucción, 2005-2020
Sin embargo, contar con educación media superior y superior no garantiza la empleabilidad. En Nuevo León, el 15.5 % de las personas con educación técnica y profesionistas sin experiencia previa están desocupadas, una proporción superior al 12.9 % nacional (ENOE 4T, 2020). Esto puede ser un indicativo de falta de alineación entre las ofertas educativas y laborales.
Es importante destacar que la distribución de los empleos por sector económico varía en cada región. Mientras que solamente el 28.4 % del personal ocupado en el AMM trabaja en las industrias manufactureras, en la región centro periférica este sector concentra casi el 60 % de los empleos (Censos Económicos, 2019) (Figura 9).
Figura 9. Distribución porcentual del personal ocupado total en el área metropolitana de Monterrey y la región centro periférica de Nuevo León, según su sector de actividad económica, 2009, 2014 y 2019
En la región norte, el 31.2 % de los empleos son generados por las industrias manufactureras, mientras que, en las regiones citrícola, sur y oriente, la mayoría de los empleos son en empresas dedicadas al comercio (Censos Económicos, 2019) (Figura 9). Cada región del estado tiene estructuras económicas distintas que requieren políticas públicas focalizadas para potenciar sus fortalezas.
Un aspecto adicional a considerar es el crecimiento poblacional que se ha visto impactado por la migración. De 2015 a 2020, la población de Nuevo León (a mitad de año) creció a una tasa anual promedio de 2.5%, 2.2 veces la tendencia de crecimiento nacional, una parte importante de este crecimiento se debe a la inmigración de personas que llegan en busca de oportunidades laborales y de desarrollo (CONAPO, 2020).
La expansión de la mancha urbana, junto con el crecimiento poblacional y la migración que llega a Nuevo León atraída por oportunidades laborales y de desarrollo, implica que aproximadamente 534 mil personas se integrarán a la PEA anualmente de 2022 a 2027. Será necesario generar, al menos, 89 mil empleos por año. (Plan Estatal de Desarrollo 2022-2027, 2021).
MIPYMES10
En Nuevo León, las mipymes representan el 99.3 % de las unidades económicas y emplean al 54.9 % del personal ocupado (Censos Económicos, 2019).
De forma más detallada, el 88.8 % de las unidades económicas son microempresas (una a 10 personas), 8.2 % son pequeñas empresas (11 a 50 personas), el 2.3 % son medianas (51 a 250 personas) y solo un 0.7 % son grandes (más de 250 personas) (Censos Económicos, 2019) (Figura 10).
Figura 10. Distribución porcentual de variables seleccionadas de las empresas de Nuevo León, según tamaño de empresa, 2019
La ONU reconoce el importante rol de las mipymes en la generación de oportunidades de bienestar para las personas, y que al mismo tiempo son, por su tamaño, las que más retos enfrentan en términos de capacitación, financiamiento y participación en las cadenas productivas (Departamento de Asuntos Económicos y Sociales de las Naciones Unidas, s. f.; OIT, 2019).
Una de las fortalezas de las mipymes es que, por su menor inversión, son un 17.4 % más rentables que las empresas grandes11, aunque en comparación con éstas, su valor agregado, productividad y remuneraciones es menor (Censos Económicos, 2019).
No obstante, la participación de las mipymes en el crecimiento del estado se ha incrementado con el tiempo, al aumentar su valor agregado censal bruto de 4.2 % en 2014 a 12.5 % en 2019 (Censos Económicos, 2019) (Figura 10).
Una de las principales diferencias entre las mipymes y las grandes empresas es la calidad del empleo que generan. Mientras que en las empresas grandes las prestaciones sociales y el reparto de utilidades al personal representaron el 20.3 % de las remuneraciones totales en 2019, para las medianas el porcentaje fue de 19.6 %, en las pequeñas un 16.4 %, y para las micro apenas el 11.9 % (Censos Económicos, 2019).
En Nuevo León, las remuneraciones son 2.5 veces mayores en una empresa grande que en una microempresa, a pesar de que el personal de estas últimas trabaja más horas en promedio que el de las empresas grandes (Figura 11). Además, el 43.7 % del personal de las microempresas no recibe un sueldo periódicamente, pues en algunos casos los trabajos son temporales (Censos Económicos, 2019).
Figura 11. Remuneración media anual por persona ocupada remunerada en Nuevo León, según tamaño de empresa, 2019
En términos de diferencias por género, en 2019 el 43.1 % del personal remunerado en microempresas fueron mujeres, pero en las empresas grandes solo fue de 34.1 % (Censos Económicos, 2019).
El desempeño de las mipymes, tanto en productividad como en generación de empleo de calidad, está relacionado con los obstáculos que enfrentan para obtener financiamiento, incrementar sus capacidades, innovar y hacer frente al entorno social.
Un factor que limita el acceso de las mipymes al sistema financiero es que tienen un valor de activos por persona empleada hasta tres veces menor que el de una empresa grande. Además, muchas mipymes carecen de capacitación para llevar estados financieros que hagan viable su acceso formal a crédito (Fundación Instituto Iberoamericano de Mercados de Valores, 2017).
En 2021, el 17.4% de la cartera de créditos de la banca comercial a nivel nacional se colocó en pequeñas y medianas empresas, mientras que para Nuevo León su participación en la cartera de créditos representó el 14.2%. Para agravar esta problemática, la participación de estas empresas en la cartera de créditos ha ido cayendo desde 2016, cuando la colocación para Nuevo León fue del 17.3% y para México del 24.1% (INEGI, 2019).
Las capacidades12 del personal ocupado permiten a una empresa ser más competitiva vía la mejora en habilidades y procesos. Sin embargo, mientras que el 55.85 % de las empresas grandes ofrecen capacitación, únicamente el 26.8 % de las pequeñas y el 4.29 % de las microempresas lo hacen (OCDE, 2007).
El uso de internet es un mecanismo de vinculación que potencia la innovación, funcionamiento y crecimiento del negocio, ya sea para impulsar las ventas, mejorar la gestión administrativa o realizar trámites (Eurostat, 2017; Centro de Comercio Internacional, 2016; OIT, 2019). Aunque al menos el 80 % de las pequeñas, medianas y grandes empresas utilizan internet y equipo de cómputo, esta proporción baja a 30 % para las microempresas.
Asimismo, factores contextuales como la inseguridad pública, la carga y complejidad de los trámites fiscales y la volatilidad económica son desproporcionadamente más difíciles de sortear para las mipymes que para las empresas grandes.
Por último, la situación descrita anteriormente se agravó con la contingencia sanitaria provocada por el COVID-19. Según la Encuesta sobre el Impacto Económico Generado por COVID-19 en las Empresas (ECOVID-IE) del INEGI, en 2020 poco más de un millón de empresas a nivel nacional (21% del total) cerraron sus puertas definitivamente.
Ciencia, Tecnología e Innovación
El fomento de la ciencia, tecnología e innovación (CTI), en el contexto de la cuarta revolución industrial13, puede ayudar al surgimiento de nuevos mercados, de ventajas competitivas y, en última instancia, al incremento de la productividad y el crecimiento económico (Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo, 2018)14.
La incorporación de tecnologías vinculadas a la digitalización de los procesos contribuye a la eficiencia de las cadenas de valor. Tecnologías como la inteligencia artificial pueden servir para erradicar la precariedad laboral e incrementar los empleos seguros y bien remunerados (Schwab, 2016).
En Nuevo León se han desarrollado proyectos e iniciativas para promover la cooperación intersectorial en favor de la innovación, la investigación y el desarrollo tecnológico, como lo es la iniciativa Nuevo León 4.0.
Actualmente existen 13 clústeres15 estructurados bajo el modelo de triple hélice (sector privado, público y academia) en áreas como generación de investigación y desarrollo de ciencia y tecnología media y alta para impulsar proyectos de innovación para la industria 4.0 en el estado.
A pesar de estos esfuerzos, se observan áreas de oportunidad para enfrentar los desafíos de la cuarta revolución industrial. La proporción del gasto destinado a CTI en Nuevo León equivale al 0.7 % del PIB estatal y, aunque es casi el doble del promedio nacional (0.38 %), es 2.3 puntos porcentuales menor a la asignación media en los países miembros de la OCDE (I2T2, 2020). Además, esta proporción ha caído 80 % en la última década. Adicionalmente, solo el 3% de las unidades económicas del estado realizan actividades o prestan un servicio relacionado con la investigación y el desarrollo científico y tecnológico (Plan Estatal de Desarrollo Nuevo León 2022-2027, 2021).
El rol de las instituciones educativas para el desarrollo de la CTI es primordial en el impulso de la investigación y la formación de capital humano especializado para la innovación (Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo, 2018).
En el ciclo escolar 2021-2022, el 53.25 % de las instituciones de educación superior en el estado contaban con posgrado. Nuevo León, con 5.87 % del total, es la cuarta entidad con mayor cantidad de egresados de posgrado en el ciclo 2021-2022 (ANUIES, 2022).
Por otro lado, las patentes representan mecanismos importantes para incentivar la innovación, pues protegen los derechos intelectuales de las personas inventoras (Organización Mundial de la Propiedad Intelectual, s. f.).
De acuerdo con datos del Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI), el ritmo de crecimiento en el número de patentes, diseños industriales y modelos de utilidad mostró una tendencia a la baja al pasar de 124 solicitudes de patentes en 2015 a 70 en 2020; lo que representa 12.1 solicitudes por millón de habitantes, y aunque es superior a la media nacional de 9, aún se ubica por debajo del 114 que estandariza la OCDE (Figura 12).
Figura 12. Número de patentes solicitadas por cada millón de habitantes en Nuevo León, 2006-2020
Problemas Públicos
Dada la situación actual del estado en materia de desarrollo económico, se identificaron cuatro problemas públicos principales:
Aunque el estado tiene un buen desempeño en indicadores de empleo en comparación con otras entidades federativas, existe un porcentaje relevante de la población que no tiene acceso a empleos de calidad o laboran en condiciones de vulnerabilidad.
Las mipymes en Nuevo León enfrentan retos de capacitación, acceso a financiamiento y seguridad, que limitan su competitividad y productividad.
Nuevo León no cuenta con la suficiente capacidad para hacer frente a la revolución industrial 4.0. Esto pone en riesgo la sostenibilidad de su industria actual y las fuentes de empleo que genera. Además, limita las posibilidades de aprovechar las oportunidades que dicha revolución representa.
La entidad tiene una importante contribución al PIB nacional, pero el crecimiento económico no es uniforme. En sus diversas regiones urbanas y rurales hay desequilibrios económicos16 y sociales que limitan sus capacidades de desarrollo.